El cementerio de Comillas, declarado Bien de Interés Cultural en 1983, está ubicado en una pequeña colina, en las cercanías de la costa de Comillas. Se alza sobre las antiguas ruinas de un cementerio, que a su vez se construyó sobre los restos de una iglesia.
Por su entorno, se genera una curiosa combinación de colores, mezclándose el verde de la hierba, el tono rojizo de sus muros y el azul del cielo.
Pero lo que más llama la atención al novel visitante, es la escultura de un ángel elevado sobre uno de los muros en ruina. Es el conocido como Ángel Exterminador, del escultor Josep Llimona.
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