Pero lo que no todos conocen, es que detrás de la estatuilla, se esconde una historia de amor secreto con trágico final.
El diseño del 'Espíritu' nace del artista Charles Robinson Sykes, mostrando la forma de una mujer con brazos extendidos y vista al horizonte, mientras una tela ondulante recorre su cuerpo y se extiende por sus brazos, como si de unas alas de mariposa se tratasen.
Los primeros Roll-Royce, no llevaban adornos de serie y cada propietario personalizaba su vehículo individualmente. Es John Water Erward Scott-Montagu (segundo Barón de Montagu), quien solicita al artista Charles Sykes, un trabajo para adornar el capó de su Silver Ghost.
Charles, elige como modelo a Eleanor Velasco, amante del Barón y dicen que musa del artista.
En este primer trabajo se representaba a Eleanor, de cuerpo entero con el dedo índice señalando sus labios. Dicen, que simbolizando el amor secreto entre la modelo y el Lord. Este primer trabajo tiene como nombre El Susurro.
Las estatuillas personalizadas eran la moda del momento y muchos copiaron o modificaron la idea de Montagu. En la casa Rolls-Royce, eran conscientes de lo inapropiado de algunas de las personalizaciones de sus clientes.
Es Claude Jonhson, director de la marca en aquella época, quien decidió contar con Charles Skykes para crear una insignia de la talla y prestancia de sus vehículos.
Pronto Skykes pensó en una variante del Susurro que montaba el Silver Ghost de Montagu. La figura recreada, tuvo nuevamente a Eleanor como modelo y su primer nombre fue "El Espíritu de la Velocidad", que es lo que inicialmente quiso representar el artista.
Finalmente, surge El Espíritu del Éxtasis "Una elegante y pequeña diosa, el Espíritu del Éxtasis, que ha elegido el viaje por la carretera como su delicia suprema y se asentó en la proa de un Rolls Royce para revelar la frescura del aire y el sonido musical de sus revoloteantes vestimentas"
Hoy en día, el Espíritu del Éxtasis es una estatuilla de 7.5 cms de acero inoxidable, plata de 925 u oro de 24 quilates. Otros de los nombres con la que se conoce son: "Emily", "Silver Lady" o "Flying Lady".
La imagen de la amante, continua hoy ornamentando las proas de los Rolls-Royce.
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