A orillas del río Guadiana y actual capital de la comunidad de Extremadura, en el pasado fue una de las ciudades más influyentes del Imperio Romano de Occidente (catalogada como la novena en importancia, de todo su Imperio).
Fue fundada en el año 25 a.C. por el emperador Octavio Augusto con el nombre de Emerita Augusta. Teniendo como finalidad, la de servir de retiro a dos de las legiones de veteranos que lucharon en las cruentas guerras cántabras.
El término emeritus, viene a traducirse como “retirado”. Refiriéndose a aquellos soldados retirados con honor.
Después de su fundación, tuvo una época de gran esplendor que hace del asentamiento, uno de los centros más florecientes a nivel jurídico, militar, económico y cultural de la época.
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| Acueducto de los Milagros |
Auge que quedó patente en sus múltiples edificaciones. Entre otras: puentes y acueductos, calzadas, termas, necrópolis, templos, el circo, teatro y anfiteatro y distintos edificios y viviendas, que a día de hoy, aún perduran en el tiempo.
Es gracias a esta maravilla de conjunto arqueológico y monumental, que la ciudad es declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Los lugares de interés son variados, por lo que necesitarás más de un día, si quieres realizar una visita pausada. Caminar entre sus edificaciones, muchas de ellas conservadas maravillosamente, es una ocasión única para dejar volar la imaginación, y eso necesita de su tiempo.
Probablemente, lo más sencillo sea empezar nuestro recorrido desde el conjunto de Anfiteatro y Teatro, junto al Centro de Interpretación. Allí mismo, os recomiendo sacar una entrada conjunta, que por un módico precio (12 €), te dará acceso a varios de los lugares de visita, como son: el teatro, anfiteatro, el circo romano, la Alcazaba o Santa Eulalia entre otros.
En todo caso, para los interesados dejo un link a la página de turismo donde detallan varios de los lugares de visita obligada, junto a su ubicación en el mapa.
Movernos por la ciudad entre las diferentes zonas, no nos llevará más de 15 o 20 minutos, en los casos más extremos.
Aparte de la visita monumental, Mérida presenta un buen número de restaurantes y zonas de ocio, donde continuar nuestra visita nocturna de la ciudad.
Al igual que tampoco debemos dejar de lado, la Mérida moderna. Mostrando al visitante un llamativo contraste entre arquitectura antigua y moderna.
Una de las rutas que recomiendo, es darse un pasear junto al Guadiana al atardecer, en la zona verde del Puente Romano y de Luistania (obra del arquitecto Calatrava).
Es gracias a esta maravilla de conjunto arqueológico y monumental, que la ciudad es declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Los lugares de interés son variados, por lo que necesitarás más de un día, si quieres realizar una visita pausada. Caminar entre sus edificaciones, muchas de ellas conservadas maravillosamente, es una ocasión única para dejar volar la imaginación, y eso necesita de su tiempo.
Probablemente, lo más sencillo sea empezar nuestro recorrido desde el conjunto de Anfiteatro y Teatro, junto al Centro de Interpretación. Allí mismo, os recomiendo sacar una entrada conjunta, que por un módico precio (12 €), te dará acceso a varios de los lugares de visita, como son: el teatro, anfiteatro, el circo romano, la Alcazaba o Santa Eulalia entre otros.
En todo caso, para los interesados dejo un link a la página de turismo donde detallan varios de los lugares de visita obligada, junto a su ubicación en el mapa.
Movernos por la ciudad entre las diferentes zonas, no nos llevará más de 15 o 20 minutos, en los casos más extremos.
Aparte de la visita monumental, Mérida presenta un buen número de restaurantes y zonas de ocio, donde continuar nuestra visita nocturna de la ciudad.
Al igual que tampoco debemos dejar de lado, la Mérida moderna. Mostrando al visitante un llamativo contraste entre arquitectura antigua y moderna.
Una de las rutas que recomiendo, es darse un pasear junto al Guadiana al atardecer, en la zona verde del Puente Romano y de Luistania (obra del arquitecto Calatrava).
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