Declarado Monumento Nacional, en su interior guarda el trozo más grande de la cruz de Jesucristo (Lignum Crucis). Siendo uno de los cuatro lugares santos de la religión cristiana junto a Jerusalén, Roma, Santiago y Caravaca.
En su fachada exterior presenta dos puertas de acceso. La más conocida, la puerta del perdón, se abre cada Año Jubilar para recibir a los distintos peregrinos.
Se cuenta que fue a lo largo del siglo VIII, cuando una vez consolidada la Reconquista, se traen los restos del obispo Santo Toribio de Astorga al monasterio. Y con él, las reliquias del Lignum Crucis que supuestamente el mismo obispo trajera consigo desde Jerusalén. Correspondiendo este trozo, al brazo izquierdo de la Santa Cruz.
En sus inmediaciones, podemos visitar además, la Cueva Santa, las ruinas del Santuario de Santa Catalina, la Ermita de San Juan de la Casería o la de San Miguel.
Y por supuesto, disfrutar las vistas de todo el valle de Liébana con los Picos de Europa como telón de fondo.
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