La playa de Poo se sitúa en el pueblo de mismo nombre, a dos kilómetros de Llanes (Asturias). Si venimos dirección Santander-Oviedo, tomaremos la salida de Llanes y luego la AS263 durante unos kilómetros.
Al llegar al pueblo, simplemente seguiremos el panel informativo de “Playa de Poo” que encontramos en la carretera principal. El acceso rodado llega hasta la playa.
Normalmente, los coches se van aparcando en la cuneta del acceso a la playa lo que hace que se vaya estrechando el acceso. Lo más recomendable, es aparcar tan pronto veamos un sitio, y seguir andando hasta la playa.
La playa tiene una longitud de 150 metros (aunque puede llegar a los 300 en bajamar) y está compuesta de arena blanca y fina. Es una zona muy tranquila debido a que toda la cala está flanqueada por acantilados y abundante vegetación. Encontramos en ella, todo tipo de servicios, rampa de acceso y algún local hostelero. Alguno de ellos con cierta elevación sobre el terreno, desde donde tendremos una buena panorámica de la playa.
Encontramos en uno de sus márgenes, la desembocadura del río Vallina.
En pleamar, la playa forma una piscina natural, ya que su arenal en forma de concha se cubre completamente de agua mansa. Al realizarse la entrada/salida del mar en forma de embudo, se protege el arenal del oleaje.
A considerar en el proceso de bajamar, las corrientes que pueden ser bastante fuertes. Debido igualmente a este proceso de embudo en el desagüe.
Normalmente, los coches se van aparcando en la cuneta del acceso a la playa lo que hace que se vaya estrechando el acceso. Lo más recomendable, es aparcar tan pronto veamos un sitio, y seguir andando hasta la playa.
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La playa tiene una longitud de 150 metros (aunque puede llegar a los 300 en bajamar) y está compuesta de arena blanca y fina. Es una zona muy tranquila debido a que toda la cala está flanqueada por acantilados y abundante vegetación. Encontramos en ella, todo tipo de servicios, rampa de acceso y algún local hostelero. Alguno de ellos con cierta elevación sobre el terreno, desde donde tendremos una buena panorámica de la playa.
Encontramos en uno de sus márgenes, la desembocadura del río Vallina.
En pleamar, la playa forma una piscina natural, ya que su arenal en forma de concha se cubre completamente de agua mansa. Al realizarse la entrada/salida del mar en forma de embudo, se protege el arenal del oleaje.
A considerar en el proceso de bajamar, las corrientes que pueden ser bastante fuertes. Debido igualmente a este proceso de embudo en el desagüe.
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